miércoles, 17 de agosto de 2011

¿Hay ya demasiadas personas tomando fotografías?

Hace tiempo cuando nos reunimos con fotógrafos en mi Estudio solemos hablar del tema, como ahora todos son fotógrafos, pero que pasa con la calidad de imagen, este mes en la revista FotoMundo, hablan sobre el Salón Nacional y como es que si bien son cada vez más las obras que se presentan, se seleccionan cada vez menos por su calidad, luego podemos hablar de las obras que seleccionan y su calidad para nosotros.
Les dejo en los renglones siguientes una nota que escribió Pedro Meyer (Fotógrafo Mexicano) sobre el tema y nadie puede venir a decir que no Él no tiene autoridad para hablar del tema.



¿Hay ya demasiadas personas tomando fotografías?
Muchas veces me han preguntado lo que pienso acerca del hecho de que hoy en día casi todo el mundo toma fotografías. Por supuesto, la pregunta lleva una intención oculta. La pregunta sugiere que la fotografía se ha vuelto algo tan común que se ha convertido en un producto, se le ha quitado su aura de sofisticación, singularidad y / o el mérito de ser vista como una forma de arte, después de todo la mayoría de la gente toma fotografías que son muy malas.
Consecuentemente mi respuesta siempre ha sido la misma. Yo acepto con mucho gusto el hecho de que en la actualidad mucho más personas toman fotografías en comparación con, digamos, hace diez años. Permítanme explicarlo: si estuviéramos hablando sobre la palabra escrita, es probable que nadie se opondría a que una nación hiciera todo lo necesario para lograr la alfabetización total. De hecho, en todo el mundo hay una fuerte conciencia de lo importante que es para la población de un país alfabetizar a sus habitantes, al menos en el idioma predominante del país en cuestión.
Nadie en su sano juicio esperaría que alguien que no puede ni leer ni escribir de la nada se convirtiera en un poeta laureado. Sin embargo, de alguna manera, las expectativas que se tienen para la fotografía son un poco así. Esperamos que personas que ayer ni siquiera tenían una cámara, hoy tomen, al menos, fotografías con buenas imágenes, y si eso no sucede, entonces de alguna manera quedamos decepcionados.
Veamos esto con más detalle. Ser visualmente analfabeta equivaldría a no saber leer ni escribir. Sin embargo, como las cámaras son cada vez más onmipresentes y el precio del instrumento ha bajado considerablemente y el costo de tomar una fotografía es de casi cero, el número de fotografías que se toman ha aumentado exponencialmente. En otras palabras, más y más personas visualmente analfabetas están haciendo fotografías porque pueden, no porque hayan adquirido una vasta cultura visual antes de hacer sus fotografías.
Aunado a esto se presenta el hecho de que se han creado cámaras con todas las nuevas tecnologías disponibles hoy en día, cámaras que son tan inteligentes que toman la mayoría de las decisiones por el fotógrafo con respecto a la exposición e incluso a veces al encuadre, permitiendo a nuestro recién descubierto fotográfo obtener resultados que premian el esfuerzo de oprimir el disparador. Es casi como si alguien hablara al micrófono y la computadora tradujera el sonido de la voz a un texto escrito. No diríamos que esta persona en realidad sabe escribir. Bueno, lo mismo sucede cuando una cámara toma una foto que es aceptable incluso cuando la persona detrás del lente no tiene absolutamente ningún conocimiento de fotografía.
Así pues tenemos que la inversión inicial ha disminuido tanto que ha hecho mucho más democrático el proceso de hacer fotografías. Aunado a esto, la tecnología ha dado a todos la posibilidad de obtener una especie de resultado satisfactorio. Esto sugeriría que aunque se están haciendo fotografías, éstas, al parecer, no son el resultado de un proceso deliberado de toma de decisiones como cuando uno realmente sabe lo que está haciendo.
Después de todo, las cámaras de seguridad registran imágenes y no diríamos que esos resultados los proporcionó un fotográfo.
Habiendo dicho esto, habrá que preguntarse que tan precisas son estas ideas. Después de todo, ¿cómo puede uno decir que alguien no tiene idea de lo que está haciendo? Quizá lo que sucede ahora debe verse desde otra perspectiva completamente diferente (sin alusiones personales). Hay que tomar en cuenta que cualquier adolescente que manda fotografías a todos sus amigos con respecto a sus aventuras recientes seguramente entraría en el ámbito de la expresión autobiográfica, aun cuando tal categoría estuviera muy lejos de cualquier proceso consciente de la toma de decisiones. De hecho, yo pensaría que esta oleada de imágenes, confronta a la comunidad intelectual con nuevos retos para entender y ver la fotografía con “otros ojos”.
Ciertamente el concepto de “mala fotografía” se está estableciendo como un nuevo concepto con el que hay que lidiar. ¿Habrá liberado la “mala fotografía” a la “buena fotografía” de convertirse en algo más?
Como lo veo, con tantos millones de personas en todo el mundo que ya han incursionado en el ámbito de hacer imágenes, la curiosidad por hacer algo diferente y nuevo comparado con lo que han hecho en el pasado, probablemente llevará a muchos a una nueva etapa para adquirir más y más alfabetización visual y conocimiento tecnológico, y a dejar al mundo curatorial rompiéndose la cabeza como tratando de saber qué hacer con todo eso. ¿Cómo puede alguien que se ocupa de la fotografía en el siglo XXI, juzgar como trivial el volúmen considerable de fotografías que se han creado? El documento colectivo que se ha producido en todo el mundo, que documenta tantos hechos de nuestra vida diaria en este período, seguramente se convertirá en una pieza fundamental de información para las generaciones futuras. Si éste fuera su único mérito, eso sería suficiente para darle importancia a todo lo que se ha fotografiado.
Esto introduce al campo de la fotografía en el ámbito de la educación y publicación en formas que seguramente se incrementarán en los años venideros.
La inversión inicial para participar en el mundo creativo ha disminuido tanto que verdaderamente podemos decir que si uno quiere hacer una película, grabar un disco, hacer fotografías, publicar un libro, y más, ya no es algo que esté fuera de su alcance, como lo era hace no mucho tiempo. Finalmente ha llegado la parte más significativa del acto de crear, y esto es, que uno tiene algo significativo que compartir. Y si uno no sabe qué decir entonces no tiene por qué preocuparse, por lo menos se divertirá mucho haciendo lo que se le ocurra, eso también cuenta para contribuir en cierto grado al bienestar de aquellos a su alrededor, después de todo, la felicidad es contagiosa, y quién sabe, quizá sin que uno lo proponga estará cambiando el rostro de a la fotografía para siempre.
Personalmente es muy gratificante ver a tanta gente en el mundo comprometida con actividades creativas como casi no lo creíamos posible hace no mucho tiempo.
Pedro Meyer
Coyoacán, México
Noviembre 2010


Stella Maris Leone Geraci
Artista Plástica - Fotógrafa

Nueva York, 2010 Pedro Meyer

sábado, 13 de agosto de 2011

No sabía que lo habían hecho


En una reunión  con Artistas, comenzamos a hablar sobre cuanto influyeron otros Artistas  en nuestras obras o como tomamos algo que hicieron  y lo recreamos, en algún momento ya hable de este tema, pero siempre tenemos una nueva versión, de está charla, como digo siempre en el arte todo está hecho, nada es nuevo, los limites del arte se rompieron y hace mucho tiempo, así que no podemos hablar de romper los limites, como algunos intentan hacernos creer, ya está, ya se rompieron, demos otra excusa sobre el tema; pero cuando vemos a algunos Artistas, Galeristas, Curadores, decir que la obra de, vamos a llamarlo Pepe es maravillosa de una gran creatividad, que pasa cuando algunos de nosotros demostramos que esa obra, ya fue realizada y tomada como referencia para difusión de ese Artista, que la gran creación, es solo un recreación, una interpretación, lo molesto en todo esto, es no decir francamente que uno está recreando una obra, muchos lo hicieron, muchos lo hicimos solo pedimos algo de sinceridad a la hora de presentar la obra.
Pero como les decía antes cuando uno los enfrenta con la obra real, suelen decir que no la conocían, pero como no la conocías, si formo parte de la publicidad de una mega muestra, es ingenuo, decir no la conozco, vamos a está altura donde los medios de comunicación, están al alcance de un teclado, cuando en internet podemos tener la biografía y las fotos de las obras, que nos interesan investigar, insistir en desconocerla, es insultarnos, muchos de nosotros, nos identificamos con algún periodo de trabajo de un Artista, hacemos la referencia del caso.
Pero si el Artista no sabia de la existencia de la obra en cuestión, que pasa con el Galerista, el Curador, acaso ninguno de los tres sabe de historia del arte, hoy nadie puede venir a decirnos desconocer del tema, es como decir no tengo internet, no tengo libros, no me informo sobre lo que pasa en el mundo del arte, todas estas excusas están fuera de lugar, la verdad es que el Arte y los Artistas estamos en constante movimiento de creación, ya no solo somos pintores o grabadores o fotógrafos, debemos manejar varios lenguajes para poder integrarlos a nuestra obra y todos lo sabemos, por eso mismo, ya basta con ese viejo cuento de no sabia.
Recuerdo haber leído que Kenneth Kemble (Artista Plástico Argentino 1923 - 1998) decide viajar a Europa y a los Estados Unidos luego de eso, es uno de los que hace publico que está suscripto a varias revistas internacionales, el creía que para poder estar en el medio, debía estar informado sobre lo que pasa en el mundo del arte, estamos hablando de los años 60, hoy donde viajar es más fácil en relación al tiempo y no es tan costoso, hoy cuando la información se publica al instante y no importan las distancias, no se justifica cuando alguien nos dice No sabia que ya lo habían hecho.
Stella Maris Leone Geraci
Artista Plástica - Fotógrafa

Kennet Kemblet