Será el momento de volvernos galeristas y ser nuestros propios mecenas, a falta de pan buenas son tortas.
Mientras muchos están preocupados por los vaivenes del mercado del arte, muchas son las galerías que cerraron sus puertas, planificando la vuelta seduciendo a artistas y compradores, otras programan el año con nuevos y viejos lanzamientos, instituciones como Proa, Malba no dejan de presentar muestras a pesar de este verano por demás caluroso, donde las temperaturas treparon a los cielos, y nosotros nos sentíamos en el infierno, cuando en otras temporadas era impensado tener una programación de verano, dichas instituciones ofrecieron a los que viven en la ciudad y sus turistas propuestas por demás interesantes, una buena manera de mitigar el calor, si no se cortaba la luz, disfrutar de una buena muestra y del aire acondicionado.
Pero entre tanto ir venir de galerías y galeristas los Artistas seguimos siendo los mecenas, la polémica por la donación de obra para participar en la muestra del Museo Macba, continúa, supeditar la participación de los artistas en dicha exposición implicaba que debían donar la obra, chantaje, extorsión, como quieran llamarlo, en está misma columna ya hable sobre el tema, y lo que pienso cuando se nos exige donar una obra, para poder exponer en determinado lugar en estos días recibí un correo donde una galería de la zona de Palermo, me convoca para participar con una obra, debía abonar $150,-, esto incluía todo eso que dicen incluir para el día de la inauguración, pero acá esta el punto que llamó mi atención y fue motivo de debate en la página de Arte en Palabras en Facebook, en una oración del correo decía que las obras estarían colgadas en doble hilera, aquellos que tenemos años en este medio sabemos que las convocatorias de este tipo por lo general nunca respetan la obra del artista, uno de los grandes problemas con los que nos encontramos el día de la inauguración es que las paredes se encuentran atiborradas de obras, como decíamos en ese debate que manteníamos en forma virtual, lo real es que para que esto suceda se necesitan dos, la galería y el artista, entiendo que muchos se presten a este juego, ninguno es la excepción a la regla, cuando empezamos todos lo hacemos, yo misma lo hice y mi experiencia personal en la mayoría de los casos fue mala, muy poca tuvo un final feliz.
Lo real acá es que el rol del mecenas se invirtió, antes los galeristas creían en la obra de un artista, lo acompañaban, hasta lograr que ese artista se destaque por su trabajo, parece que hoy se volvió un negocio , la excusa es que los costos para mantener una galería son muchos y todos debemos contribuir, ¿todos debemos contribuir?, cuando son ellos los que me convocan no quiere decir que es, ¿porque mi obra les interesa? o sólo es para llenar sus paredes, las opciones son abonar el espacio físico, con una comisión por la venta, en otros casos no se abona para exponer, pero las comisiones son por demás altas, y están las otras galerías que no cobran por exponer, tienen comisiones bajas, pero tienen la obra del artista parada en la trastienda y si por ahí se da la posibilidad venden la obra, los pocos son las galerías que trabajan con artistas que les gusta y apoyan el trabajo de los artistas en los que creen, como dije anteriormente.
En este punto debemos analizar cual es el rol que nos toca hoy a los artistas, somos los nuevos mecenas del arte, somos quienes debemos sostener a las galerías, de ser así porque cada uno de nosotros no abrimos nuestros estudios y los convertimos en galería, una acción muy común en los 90, en todo el mundo los artistas hacían Estudios Abiertos, yo misma lo hice y no me fue mal, si, hoy deberíamos prever el tema de la inseguridad, y cuidar quien entra en nuestros Estudios, pero volviendo al tema, si son ellos quienes quieren ser galeristas y difundir nuestra obra, porqué somos nosotros quienes debemos pagar, entiendo que muchos artistas entren en este juego, algunos que recién empiezan y consideran que es la mejor manera de hacer conocer su obra, otros creen que así entran en un circuito comercial, lo real es que nada de esto ocurre, si uno logra vender una obra, entre la comisión, el pago por el espacio y el costo de materiales la ganancia siempre es para el galeristas, a el artista sólo le queda que su obra fue vendida y con suerte recuperó una parte esa inversión.
Se que es una ley de oferta y demanda, insisto no creo que debamos ser los mecenas, así que será el momento que los artistas empecemos a negociar y hacer respetar nuestra obra y nuestro lugar en el arte, sin nuestro trabajo ellos no ganan.
Stella Maris Leone Geraci
Artista Plástica - Fotógrafa - Escritora
E-mail: stellamarisleonegeraci@gmail.com
Capilla Sixtina |
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